Seguimos…..

Sensación agtidulce, alegría con regustillo a dolor, rabia y miedo.
 
Como cuando te pillas un dedo con una puerta un rato y luego lo liberas.
 
Como una gastroenteritis aguda cuando se pasa.
 
Como cuando despiertas de una pesadilla.
 
Alivio, alegría y euforia por encontrarte bien; pero en realidad sólo has recuperado la normalidad; porque lo que no era normal era lo anterior.
 
Pero no nos confundamos, ni la pesadilla ni la enfermedad han terminado: la pesadilla de una niña seguro que va a tardar mucho tiempo, y la enfermedad la tenemos todxs; se llama patriarcado.
 
Justicia patriarcal que hoy sigue llevando toga y mañana seguirá dictando sentencias; y nuevos gobernantes en nuestros pueblos y ciudades que quieren cambiar las leyes para que todo se quede «en familia», y que persiguen a las personas que luchan por la igualdad.
FeminismoAsí que una pequeña victoria a medias. Rectificación de una sentencia que nunca debió dictarse, sobre unos hechos que nunca debieron ocurrir.
Y mucha responsabilidad, la de seguir luchando, saliendo a la calle, gritando cuando haga falta, señalando con el dedo, denunciando….. y educando. Me temo que más que nunca.
 
Seguiremos luchando, nosotras sí somos manada.
Y seguiremos educando en el feminismo, cuanto más nos niegan y nos atacan, más razones nos dan para hacerlo. Mil mujeres -las contabilizadas- asesinadas ya eran una buena razón; pero ver cuántas ampollas levanta la lucha por la igualdad, hace sospechar que los privilegios que estan en juego son muchos.
 
Elena Vélez Agustín.
 

Consecuencias, esa gran palabra.

Cuando ví el vídeo hace ya un tiempo pensé en la frase de B. Brecht «Qué tiempos seran los que vivimos que es necesario defender lo obvio». De hecho, últimamente esta frase me viene a la cabeza con bastante frecuencia.

Lamentablemente la realidad a menudo acaba superando a la ficción, y recientemente esta realidad ha tenido las consecuencias más graves imaginables: una mujer se ha suicidado por la difusión de un vídeo sexual íntimo entre sus compañerxs de trabajo.

Y casi es tan nefasta la noticia en sí, como el tratamiento mediático, opiniones, juicios, y comentarios de personajes y personajillos que Sigue leyendo