Una mamá comienza preguntándonos cómo podría hacer para inculcar en su hija el amor por la muisca; difícil cuestión. Reconoce que ella tiene esta vocación gracias a que sus padres, cuando era pequeña, creyeron que era importante que la aprendiera, todo y que a ella no le hacía especial ilusión. Como resulta que en nuestra época los padres no nos preguntaban constantemente qué nos apetecía hacer, sino que hacían lo que ellos creían que era conveniente, nos complaciera o no, pues a música le tocó apuntarse.
Justo entonces alguien lanza una pregunta aún más difícil: Sigue leyendo